La noticia es insólita, pero si se examina más de cerca va más allá de la mera curiosidad. Esta semana, en el estado de Porto Alegre, Brasil, se iba a inaugurar un templo con una enorme estatua del demonio alado de cinco metros de altura (aquí en la fotografía de portada) y un peso de más de una tonelada. El proyecto pertenece al Nuevo Orden de Lucifer en la Tierra, una rama de la religión afrobrasileña Quimbanda (las otras dos formas son Umbanda y Candomblé). Pero, de momento, las autoridades locales lo han dejado en stand-by…