«Historias breves e impactantes que tienen la virtud de ponerle nombre y apellido a la miseria» según Nelson Castro que escribe el prólogo del libro. Pero también relatos de solidaridad y lucha cotidiana contra las adversidades y la indigencia, atisbos de humanidad, de bellezas contempladas, de chispazos de verdad mezclados con el trabajo diario de un cura infatigable, el padre Pepe di Paola, al cual están dedicadas la páginas de Contraluz. [Continua]