Algunas notas fuera de la retórica de los abrazos parecen filtrarse en este artículo del semanario argentino Valores Religiosos. «Si bien es cierto que el tiempo que le dedicó [el Papa a Milei] es un dato político significativo porque denota una deferencia más» escribe la revista, «lo es que la mayor duración posibilitó un intercambio más intenso en torno a cuestiones álgidas como la delicada situación social de la Argentina y el elevado nivel de confrontación política». El Papa habría puesto sobre la mesa el elevado nivel de confrontación política que se vive en la Argentina y la necesidad de ir por el camino del diálogo y la búsqueda de consensos como Francisco lo viene pidiendo sin éxito desde que era arzobispo de Buenos Aires y estalló la crisis de 2001. La conclusión de la nota apunta a las posibilidades reales del viaje del Papa en su tierra: «En medios eclesiásticos creen que ayudará a la concreción del viaje que Milei reparta equitativamente las cargas del ajuste y que baje el nivel de confrontación con la oposición más cerril que encabeza el kirchnerismo y la izquierda y con aquellos que pueden ser sus aliados circunstanciales».
El tiempo dirá si Milei escuchó las recomendaciones del Papa.