En los últimos días ha encontrado eco en la prensa un informe elaborado por un grupo heterogéneo de asociaciones y entidades entre las que se encuentran evangélicos y católicos. Todas estas instituciones son respetables y llevan ya algún tiempo examinando la vida de sus conciudadanos de fe cristiana. El título del informe es “Una Parte del Cuerpo”, donde el cuerpo al que se hace alusión es el grupo de cristianos en Estados Unidos que están en riesgo de deportación.
Sabemos que las leyes aprobadas por el presidente Trump apuntan a millones de inmigrantes latinos que viven en Estados Unidos, algunos en situación irregular, otros con delitos en sus antecedentes. Sabemos también, por esta y otras investigaciones, que la amenaza de deportación pende sobre 10 millones de cristianos, que constituyen el 80% del grupo humano susceptible de las drásticas políticas migratorias impulsadas por el ahora líder indiscutible del Partido Republicano. Igualmente, otros 7 millones de personas viven con alguien que está en riesgo de ser deportado, con la consiguiente sensación de angustia que se ha creado para millones de seres humanos en la todavía primera potencia mundial
Lo que probablemente no se sabe lo ponen de relieve la investigación antes mencionada: del total de cristianos, los que cuentan con mayor riesgo de deportación son los católicos, que representan el 61 % del total.
En general, el informe concluye que aproximadamente uno de cada 12 cristianos en EEUU —incluyendo uno de cada 18 evangélicos y aproximadamente uno de cada cinco católicos— son vulnerables a la deportación o podrían ver a un familiar deportado, a menos que se produzcan cambios en las leyes o políticas, lo cual d momento no parece probable.