Estamos hablando del Padre Luís Dri (en la foto con una carta del Papa), Capuchino, cardenal sin ser arzobispo. Cardenal sin dirigir su orden. Cardenal sin siquiera ser párroco. Menos aún teólogo o doctor de la Iglesia. Su vida sigue transcurriendo en un confesionario. Es conocido por haber sido el confesor de Bergoglio en un momento, cuando era arzobispo en la diócesis de Buenos Aires.
Vatican News, el portal del Papa, nos informa que «por la pandemia del coronavirus adoptó el WhatsApp. Primero escribe de puño y letra en un papel la reflexión para luego grabar con su propio teléfono celular un audio que le envía a una de las laicas del Santuario que luego despacha a la lista de difusión por teléfono». Pero el padre Dri dió ahora un paso en adelante: «agrandó su prédica llamando a rezar por la Argentina y Francisco siendo fiel a lo que el Pontífice le ha solicitado por carta: “te pido que reces y hagas rezar por mí”. Es asi que desde hace un mes el cardenal-fraile Dri se sumó como columnista central del programa “reza por mí”, cada viernes, de 18 a 19 horas, vía streaming por Radio Grote, nacida de la Federación de Círculos Obreros Católicos. En la radio se escucha la reflexión espiritual y la apasionada bendición del gran perdonador.